Esta serie propone un diálogo visual entre lo efímero y lo eterno, lo cotidiano y lo icónico. Cada obra, construida meticulosamente con bolsas plásticas, reinterpreta imágenes que forman parte de nuestra memoria colectiva. Estas figuras, suspendidas en el espacio, evocan tanto su peso cultural como su huella ambiental.
La elección del material no es casual: las bolsas plásticas, ligeras y aparentemente inofensivas, se transforman aquí en el vehículo de una reflexión profunda sobre el impacto de nuestros hábitos de consumo. Mientras estos polímeros persisten en el ambiente durante siglos, las imágenes que representan nos invitan a cuestionar qué permanece y qué se desintegra en el tiempo: ¿Nuestra cultura? ¿Nuestros valores? ¿Nuestros desechos?